Sesión embarazada en exteriores

Gema Embarazada

Las sesiones de embarazo siempre tienen algo mágico.
Capturan uno de los momentos más bonitos y emocionantes en la vida de una mujer: la espera de su bebé.
Y si a esa emoción le sumamos un entorno natural lleno de luz, árboles y tranquilidad, el resultado es una sesión de embarazada en exteriores llena de belleza y sentimiento.

Esta vez realizamos la sesión en un parque rodeado de árboles, un espacio donde la naturaleza fue la mejor compañera para crear imágenes suaves, cálidas y llenas de vida.


El entorno perfecto: un parque lleno de calma y verde

Para esta sesión, elegimos un parque con árboles altos, senderos y zonas de césped que nos permitían jugar con la luz natural.
La naturaleza siempre aporta algo especial: el sonido del viento entre las hojas, los rayos del sol filtrándose entre las ramas y ese ambiente relajado que invita a disfrutar del momento.

Además, los parques son lugares ideales para las sesiones de embarazo porque ofrecen mucha variedad visual sin necesidad de moverse demasiado: zonas abiertas, rincones con sombra, caminos de tierra, flores… todo lo necesario para crear una sesión dinámica y natural.

Nos encanta trabajar en exteriores porque cada estación tiene su encanto: los verdes intensos de la primavera, los tonos dorados del verano o la calidez otoñal.
En este caso, la luz era suave y cálida, perfecta para resaltar la ternura y serenidad de la futura mamá.


Una sesión pensada para disfrutar

Nuestro principal objetivo en una sesión de embarazo es que la futura mamá se sienta cómoda, relajada y feliz.
Queremos que disfrute del momento y que las fotos reflejen su ilusión, su calma y su conexión con el bebé.

Antes de comenzar, siempre dedicamos unos minutos a conversar, a elegir las zonas del parque que más le gusten y a explicar cómo iremos trabajando.
La clave está en que todo fluya con naturalidad, sin poses forzadas ni estrés.

Durante la sesión, alternamos fotos más íntimas —mirando al vientre, acariciándolo o simplemente sonriendo— con otras más espontáneas, caminando entre los árboles o dejando que el viento juegue con el pelo o el vestido.


La luz natural, nuestra mejor aliada

En fotografía de maternidad, la luz natural es fundamental.
Nos ayuda a conseguir ese tono suave y cálido que tanto nos gusta, resaltando la piel, los colores del entorno y las emociones.

En esta sesión trabajamos principalmente al final de la tarde, cuando el sol está más bajo y ofrece una luz dorada y envolvente.
Este tipo de iluminación crea una atmósfera mágica, perfecta para transmitir serenidad y amor.

Nos movimos por distintas zonas del parque para aprovechar diferentes fondos y juegos de luces:

  • Bajo los árboles, para conseguir retratos íntimos con sombras suaves.

  • En zonas abiertas, para resaltar la silueta de la mamá con el sol a contraluz.

  • Junto a caminos y flores, para añadir textura y profundidad a las imágenes.

El resultado fue un conjunto de fotos variadas, naturales y muy emotivas.


Capturando emociones auténticas

Más allá de la estética, lo que buscamos en cada sesión es capturar emociones reales.
La conexión entre madre e hijo es algo que se siente, y nuestro trabajo consiste en reflejarlo en imágenes que transmitan esa ternura.

Durante la sesión, hubo momentos de risas, de silencio, de pensamientos…
Pequeños instantes donde la futura mamá se dejaba llevar por la emoción de imaginar lo que está por venir.

Cada foto es un pedacito de esa historia: una mano sobre el vientre, una sonrisa mirando al horizonte, un gesto de calma bajo la sombra de un árbol.
Son esas imágenes las que, con el tiempo, se convierten en recuerdos únicos de una etapa irrepetible.


Detalles que hacen la diferencia

Nos gusta prestar atención a los pequeños detalles: las manos entrelazadas, los pies descalzos sobre la hierba, una flor sostenida con ternura…
Esos gestos sencillos son los que aportan alma a las fotografías.

En exteriores, además, cada elemento del entorno aporta algo diferente: la textura del suelo, las hojas caídas, el color del cielo o la luz filtrada entre las ramas.
Todo contribuye a crear una composición natural y llena de armonía.

También aprovechamos algunos primeros planos para centrarnos en la expresión, los ojos y la sonrisa, logrando imágenes más íntimas y personales.


El resultado: recuerdos para toda la vida

El resultado de esta sesión de embarazada en exteriores fue un reportaje lleno de calma, ternura y naturalidad.
Cada imagen refleja la belleza de la maternidad y la conexión tan especial que se crea entre una madre y su futuro bebé.

El parque, con sus árboles y su luz dorada, se convirtió en el escenario perfecto para contar esta historia.
Un entorno sencillo, pero lleno de vida, donde la protagonista brilló con su propia luz.

Estas fotos serán, sin duda, un recuerdo precioso de una etapa breve pero inolvidable.
Y para nosotros, fue un placer poder capturar cada instante con sensibilidad y cariño.

Si te ha gustado esta sesión de Embarazada en exteriores no dudes en pedir la tuya